miércoles, 29 de diciembre de 2010

No necesita aterrizar...

La blogsfera esta triste y es porque vos ya no vas a volcar tus pensamientos en este espacio...

este fue el primero y merece que la gente lo vea. empezaste de abajo y yo se que estas para grandes cosas.

Se te va a extrañar...


WWW.GERMANENSAYA.BLOGSPOT.COM


JUEVES 28 DE AGOSTO DE 2008

LA ESPERA


“La espera es un abuso de conciencia para el que espera porque sabe que está esperando y no puede evitar asumir el rol del ausente, imaginando diálogos que nunca se producirán, porque el fastidio de la espera hace evidente que el ausente es posible sólo si lo esperan”.

Adolfo Castello.

La vida es una sucesión de instantes encasillados en la eterna atmósfera de la espera, una de las actividades que con más frecuencias suele realizar el ser humano a lo largo de su vida. Hay tres actos que son involuntarios y exceden al hombre; el primero es respirar, el segundo es esperar, el tercero es ver Futbol de Primera.

Es inevitable. Uno espera para nacer y espera para morir, espera para tomar un taxi, para sacar una entrada o conectarse a Internet. Incluso yo, estoy escribiendo esto para matar el antipático tiempo que me separa de eso que estoy esperando, pero que no sé cuanto mas tendré que esperar para dejar de esperar eso que espero y pasar a esperar otra cosa.

La espera es el fino arte de separar al hombre de la paciencia, la mejor forma de engordar y el principal ley motive de los embarazos en el siglo XXI. Cazate esta Borges, no sólo los espejos y las copulas son abominables, la espera también lo es, porque al igual que los otras dos cosas, reproduce el número de las personas. Retractate.

Pero la espera, no es un simple estado asexual que experimenta el ser humano. Es algo más complejo. Es un organismo pluricelular con sistema nervioso y motricidad propia, que tiene la capacidad de meterse por donde sea en la conciencia de los hombres, perturbando su estado de tranquilidad hasta hacerlo enloquecer de desasosiego o sumergirlo en una dieta de ansiolíticos.

Sea como sea, esperar no es para cualquiera. Hay que estar preparado mentalmente para soportar la aburrida parodia del lapso de una espera. De otra forma, ¿cómo se explica que tengan tanto éxito los chicles y el Rivotril?

Nos cuesta asumir el rol de lo ausente que es posible sólo si lo esperamos o si dependemos de los ansiolíticos. Caso contrario, dejaríamos de esperar eso que dejó de ser ausente para empezar a esperar otra cosa que ocupe ese rol, aunque seguiríamos teniendo la boca pastosa de los ansiolíticos, y en consecuencia, esperaríamos la llegada de otro vicio que se ubique en la jerarquía que a esta altura profanó el Rivotril.

Desde el vuelto del kiosco, hasta un “te quiero”. Todo debe pasar por el peaje de la espera. ¿Cuánto tiempo de nuestras vidas perdemos esperando? ¿Cuántas decisiones estúpidas tomamos mientras esperamos? ¿Cuántas acertadas? ¿Quién nos espera? ¿Qué cosas en nuestras vidas vamos a morir esperando que lleguen? ¿Cuáles no? ¿Qué estas esperando en este preciso instante?

La espera debe ser tema de agenda en la próxima cumbre de la Naciones Unidas. Es una falta de respeto que problemas de esta envergadura y que afectan a millones de personas en común, ni siquiera sean tenidos en cuenta por los principales hombres que rigen los destinos políticos y sociales de la humanidad. Merece la misma importancia que otras cuestiones que ya se han tratado, como la escasez de agua o el terrorismo de Estado. Se necesita con suma urgencia la invención de la teletransportación y el detector de cosas que se esperan en vano, para poder invertir el tiempo en la espera de cosas más palpables.

Por otra parte, ni el capitalismo ni la biblia nos han dado la fórmula para afrontar la espera, y ambiguamente no les tembló el pulso para alimentar la burocracia: el principal desdoblamiento esquizofrénico de la espera y a través del cual se le suele jugar bromas muy pesadas al hombre medio, que está solo y espera. Pregúntenle a Scalabrini Ortiz, o si no, intenten pagar la boleta de luz en el Banco Provincia un viernes a las 11 de la mañana.

Es la causa de la superlatividad de la imaginación, la taza de café vacía, la esperanza de aguardar por lo imposible, la impostura por el mensaje que no se recibe, el teléfono que no suena, la puerta del bar que no se abre, la novedad que nunca sale en el diario. Es la seña de Villari a sus asesinos antes que cometan el crimen, la espalda de cara a sus ejecutores, el instante que se permite y le permiten, la espera de la bala que va a atravesar su cuerpo. La magia en la que estaba, antes de que lo borre la descarga.

Luca Prodan lo sufrió, no sabía lo que quería pero lo quería ya. No soportaba la espera. Quizás acá, tengamos la respuesta de su adicción a la heroína y la ginebra. No lo sabremos. Al menos, le pudo escapar a los ansiolíticos.

Ahora bien, si yo no esperara eso que espero para pasar a esperar otra cosa que nunca va a llegar o que en el mejor de los casos va a saciar mi conciencia por unos instantes, hasta que mi famélica ansiedad de esperar vuelva a atormentar mis sentidos: ¿Qué clase de finalidad tiene nuestro paso por la tierra?

Ahora que lo pienso bien y empiezo a redefinir mi estirpe: Es quizás el rol que ocupa lo ausente lo que le da sentido a la existencia de los que vivimos soportando la espera de lo inesperado. Espero que así sea.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Seguro es por su culpa...


Massacre descoció “La Trastienda”, dedicó el show a Néstor Kirchner, presentó temas del disco nuevo y se despachó contra Duhalde. En el medio muñecos, máscaras y la extinción de cualquier frontera entre artista y público. Una fiesta del stage diving a tres cuadras de la plaza de mayo. Por: Germán Uriarte

Ponele que estás en un recital y hay un escenario que apenas supera el metro de altura, ponele que la gente se sube y le toca la panza al cantante, lo besa, le habla al oído. Ponele además que lo abrazan, que cantan junto a él, que el público se pasea por el escenario como si estuvieran en el living de su casa y se tiran de cabeza a la masa para hacer stage diving. Imaginate eso.

No.
No estás en algún garaje donde se montó un bar clandestino.
No.
No estás en ninguna fiesta privada
Sí.

La banda hace tiempo que dejó de pertenecer al under. Pero nunca se la creyó.
Es jueves. Un jueves pegajoso de diciembre y sobre la oscuridad del escenario un cartel lo afirma: estamos en La Trastienda. Falta poco para que sean las 9 y media de la noche y detrás del telón cerrado, un hombre con precisión fonoaudiológica grita

- Hey

Y se va todo al carajo. Como si hubieran inclinado el piso la gente se aplasta contra la plataforma y antes que el rebote de esa ola vuelva para atrás, ya sonaba “Nuevo Día”. Y cuando apenas terminaba, ya se escuchaban los acordes de “La octava maravilla”. Y el cantante tenía puesto un casco de soldado, una camisa escocesa por sobre una remera negra que con cada movimiento dejaba entrever un ombligo a punto de reventar.

- Yo soy Walas y estoy cada día más gordo y confundido

Amén.

Massacre eligió el reducto de Balcarce al 400 para despedir el año y la geografía no fue accidental. A tres cuadras de la Casa Rosada, aprovecharon la ocasión para presentar dos temas del próximo disco y tomar postura de la escena política actual.

- Queremos dedicarle este show al mejor presidente de la democracia Néstor Kirchner y manifestar nuestro apoyo a la viuda para el año que viene.

Dijo Walas. Y le regaló a Cristina “Maggie May”, un cover de Rod Stewart incluído en su último trabajo “El Mamut”. También se despachó por los incidentes en Villa Soldati “se viene el caos, los saqueos, las tomas, justo da la casualidad que Duhalde sale a hablar en diciembre, no?”

Histriónico, Walas sacó a relucir todo el calor de Massacre y lo puso al alcance del público. Condensó a la banda como los antihéroes del rock, pero por sobre todas las cosas demostró coherencia entre teoría y práctica. Son lo que dicen ser. No hay divismos ni histeria rock star que delimite que de allá para acá está la banda y de acá para allá está la gente. Las partes son el todo y por causa efecto el todo hace a las partes. Sencillo.

La leyenda dice que a fines de mayo del 2008 cuando lograron tocar en Obras tuvieron que hacer terapia de grupo. Quizás por alguna prenoción y –con seguridad- por experiencia de vida, Massacre volvió a rodar por lugares chicos donde no necesitan más psicología que la suya. La de los conflictuaditos.

Hubo espació para más, para una rereza, el cover de Sergio Denis “Te quiero tanto” que la banda grabó para el film “Cara de queso”. Hubo tiempo para clásicos “Tres paredes”, “From Your lips”, “Plan B”. Para que el fotógrafo que te pone el portal se suba al escenario, se saque una foto con Walas, se tire de cabeza a la gente y vuelva por arte y magia del mosh, con cara de boludo. Simulando no haber mordido la manzana que Massacre dejó sobre un Marshall para gusto y piacere de quien quisiera morderla.

Y de fondo claro, entre tanto stage diving, entre tanta conexión, entre tanta contracultura a la pleitesía de la estrellita del rock, al gordito de ojos claros, lo besaban, lo abrazaban. Cantaban con él.

Me pregunto: Qué era la histeria, que no me acuerdo.

Si alguien tiene la respuesta que me la diga.

Por: Germán Uriarte

jueves, 9 de diciembre de 2010

Manual de estilo... (propio)

Hace rato que vengo pensando que escribir. Pero en realidad cuando empiezo a volcar palabras tras palabras en este espacio no lo hago pensando, por el contrario, las cosas salen naturalmente de mi cerebro, pasando por mis dedos y hasta quedar inmortalizadas en esta simple hoja virtual.

De hecho, cada vez que digo voy a escribir sobre algo, me siento con la idea en la cabeza, pero al ver el monitor esa idea se empieza a transformar, a cambiar. En el interés que pongo para que las cosas queden mas lindas o presentables o formales si así lo quieren, me olvido de escribir y por eso la página se cierra y nada nuevo aparece.

Nunca me gusto escribir, siempre lo he dicho. Solo hay que mirar un manuscrito redactado con mi puño y letra para darse cuenta de lo que estoy diciendo. Un jeroglífico escrito en la época de Tutankamon es más legible que cualquier carta de amor que nunca he llegado a terminar de escribir. En este sentido, agradezco a las nuevas tecnologías por haber inventado el teclado. Una herramienta fabulosa que me permite tipear a gran velocidad (mientras mi cerebro me lo permita) y con letra totalmente legible.

Pero volviendo sobre la idea de mejorar las cosas para que queden presentables, o mejor dicho, hacer las cosas presentables para que parezcan lindas, es algo que me resulta inútil, aunque muchas veces necesario (pero para el resto). Soy de los que creen que las cosas son como son y se dicen como se tienen que decir, o como mejor nos salga.1 Mientras se entienda y el otro comprenda lo mejor posible nuestro mensaje, todo vale. Aunque debo reconocer que no esta bien, pero por el momento, es lo que hay. But I Like It, diría Jager

Es por eso que pasan días y días y esta pagina se encuentra siempre igual. Porque no encuentro o no siento escribir lo que me parezca, como lo estoy haciendo ahora. De eso se trata este lugar. De hacer lo que quiera. Acá no hay reglas, acá no hay que vestirse bien para poder entrar, ni siquiera necesito mandarles una invitación. Este lugar es tan libre como cualquiera de nosotros que desee serlo.

Desdeel3a nació con la intención de abrir un espacio a las historias, locuras, cuentos, anécdotas, lo que se les ocurra que crean que otro que esta en otro lugar no tiene que dejar de leer. Invitados están todos ustedes a publicar eso tan bueno que yo todavía ni siquiera imagine...