lunes, 6 de julio de 2009

Lucy en el Cielo

(foto: Diego Levy)


"¡GUARDEN LAS ESCRITURAS QUE SE VIENE EL COMUNISMO!"

Capusotto y otro éxito (en Internet)

En un mes y medio de aire en Rock and Pop, Lucy en el cielo con Capusottos ya es la gran parodia de las AM mañaneras. La réplica en YouTube.


No hay que ser una luminaria para entender las diferencias que existen entre la televisión y la radio. Sin embargo, quienes están encargados de producir contenidos para ellas requieren de una fina habilidad para moverse entre ambas sin producir imbricaciones que confundan. El 16 de mayo, Diego Capusotto puso un pie en la FM Rock and Pop para empezar a recorrer un camino similar al que inició en televisión hace ya cuatro años. Lucy en el cielo con Capusottos, el programa que sábados y domingos, de 20 a 21, realiza en la emisora de la calle Freire es, sí, lo más parecido a un desprendimiento sonoro de Peter Capusotto y sus videos, pero también un programa que, como el que se ve por Canal 7 (atención, ansiosos: su vuelta está anunciada para agosto) va más allá de sus notables logros humorísticos.

“Habrá sketches, publicidades apócrifas, historias fantásticas” adelantaba Capusotto a este diario cuando el programa aún no había salido al aire. Después de ocho fines de semana de emisiones, la promesa quedó cumplida. Y también la sana costumbre de difundir temas de rock cuyo origen está en link directo con los incunables videos que pasa en televisión.

Pedro Saborido, cocreador y libretista del ciclo, contó a
Crítica de la Argentina que “la idea al principio era hacer un poco de ficción radial, algo que cuesta producir y armar en función de lo económico. Aparte porque es como veníamos trabajando. Es cierto que yo hacía muchos años que no hacía radio y que Diego hizo muy poco, pero a lo mejor esa torpeza para hacer radio hace que la cosa sea un poco diferente”.

Es muy probable que Capusotto no adivinara, cuando anunciaba esta nueva etapa en radio, lo que sucedería –y en eso coincide con Saborido, que a principios del año pasado no imaginaba que Bombita Rodríguez sería un suceso– con el segmento titulado
“¿Hasta cuándo?” (ver columna de Carlos Ulanovsky), hilarante remedo de cualquier programa de AM alarmista y fascistoide, conducido por un tal Arnaldo Pérez Manija, un locutor que cuenta muertos como quien dice hora y temperatura y cuyos oyentes, en la voz travestida de Capusotto, sintonizan su misma frecuencia dejando mensajes como “señor montonero De la Rúa, renuncie”, “hay que guardar las Escrituras que se viene el comunismo” o “seis a uno con Bolivia, es una vergüenza, Bilardo drogadicto”. Ante la consulta de cómo se les ocurrió el segmento, Saborido contesta que fue “charlando con Diego sobre lo que sucede en muchos programas de la mañana: esa cosa de la indignación y la carga permanente que te aniquila más allá de que sea verdad o no. No tengo ninguna certeza de lo que voy a decir, pero hay cosas de las que conviene estar informado y otras no; hay cosas que a vos no te resuelven nada, no vas a articular nada sobre la base de esa información”. Al exaltado Pérez Manija deben sumársele los mensajes de los oyentes, que reflejan –sólo con un poquito más de exageración que aquellos reales que se oyen a diario en demasiadas emisoras– el pensamiento medio de cierta porción de la sociedad. Según Saborido, esos supuestos oyentes “son el reflejo de aquellos exasperados que llaman siempre a las mismas radios, emitiendo su grito de horror por lo que se enteran a las 7 de la mañana, y que terminan por hacerse mierda el resto del día”.

“¿Hasta cuándo?” se ha transformado en un hit, YouTube mediante, del mismo modo que los mejores momentos de Peter... reverberan con retroactividad en las pantallas de computadoras allí donde quiera que se encuentren. Mérito del cómico y de su compañero Saborido, tan atentos a captar todo aquello que se desvanece en el aire –de no mediar una oreja atenta– para transformarlo en una pieza espejo (como en el caso de “¿Hasta cuándo?”) en la que reflejarse produce un efecto que oscila entre lo patético y lo esclarecedor.

Resulta alentador, entonces, que todo aquello que, además de “¿Hasta...”, forma parte del programa –pequeños sketches, separadores reflexivos, un uso de las herramientas sonoras que denuncian la gran experiencia como hombre de radio de Saborido– se inscriba en una dinámica de reproducción que agota en mucho la acción del mero canal “oficial” de difusión y, como Peter Capusotto y sus videos, tenga vida mucho más allá de su día y horario específicos. ¿Está en juego también con ello la creación de un nuevo tipo de público? Según Roberto Igarza, doctor en Comunicación Social, docente e investigador en la Universidad Austral y autor del libro Burbujas de ocio, nuevas formas de consumo cultural (La Crujía Ediciones, 2009) .“El usuario termina haciendo sus propios géneros. Géneros que le pertenecen y que, en el caso particular de Capusotto, no tienen que ver con la linealidad de la radio sino con una bifurcación que le permite al oyente recrear un género que le es propio. Y me parece que ahí hay una modificación sensible en el consumo. Lo que sucedió con internet es que le agregó otra pantalla a la radio”.

Por otra parte, la estructura de Lucy en el cielo con Capusottos ayuda a esa fragmentación: sus segmentos tienen un máximo de tres minutos de duración. “Los bloques cortos tienen que ver con que hay que combinar nuestro laburo con la música –explica Saborido–. Además está respetada la manera que nosotros creemos que tiene la gente de escuchar radio”.

Un acierto, según Igarza, que asegura que la brevedad de los contenidos se condice con las nuevas formas de consumirlos, y que vino a barrer con el prejuicio de baja calidad con el que cargan las manifestaciones artísticas breves: “La literatura, por ejemplo, ha demostrado que la brevedad o la hiperbrevedad puede resultar sumamente creativa, y que puede convocar e interpelar muchísimo más a la audiencia y al lector que, a lo mejor, un cuento largo.
Capusotto demuestra que hay gente muy inteligente que es capaz de crear guiones muy creativos y de transmitir un mensaje de significación para la audiencia a pesar de la brevedad del formato”.

¿Y el cruce con la televisión, que obligaría a “expandir” esa creación? El éxito de Pérez Manija habilita a preguntar si algunas de esas criaturas que habitan el éter (no están ni Pomelo ni Bombita en Lucy...) se cruzarán a la televisión. “Algún que otro personaje puede ir, aunque la premisa es que no –enfatiza Saborido–.
Pero por ahí alguno que nos divierte se pega una vuelta por la tele”.


Por M. Pavazza.

1 comentario:

  1. que loco estooooyyyy,,
    en vivo Y DIRECTO DESDEELODELDAVO..

    capusotto gracias por existir....

    la fiesta de recibidas son las mejores...vivaaa perooon

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