lunes, 3 de mayo de 2010

¡Imagine este experimento mental! ¿Y si un demonio le dijera que tiene que vivir de nuevo esta vida (la que vive ahora y la que ha vivido siempre) y, además, un número interminable de veces; y que no habrá nada nuevo en ella, sino que volverá a experimentar todos los dolores y alegrías y todas las cosas grandes y pequeñas, todas en la misma sucesión, en la misma secuencia, incluso este viento, y estos árboles, y este esquisto resbaladizo, incluso este cementerio y el espanto, incluso este dulce momento en el que usted y yo, tomados del brazo, murmuramos estas palabras? - Como Breuer permanecía en silencio, Nietzsche prosiguió. - Imagine que el inmenso reloj de arena de la existencia da vueltas continuamente. Y los dos giramos cada vez como los granos de arena que somos.

Breuer hizo un esfuerzo por entenderlo.
- ¿Cómo es esta....esta fantasía?

- Es más que una fantasía - Insistió Nietzsche -, es más aún que un experimento mental. ¡Escuche mis palabras! ¡Expulse todo lo demás! Piense en el infinito . Mire hacía atrás: imagínese mirando hacía atrás. El tiempo se extiende hacía atrás durante toda la eternidad. Y si el tiempo se extiende hacía atrás, ¿no es posible qué lo que pueda pasar ya haya pasado? ¿No es posible que todo lo que ocurre ahora haya sucedido antes? Quienes recorren este sendero, ¿no pueden haberlo recorrido antes? Y si todo ha sucedido antes en el infinito del tiempo, ¿qué piensa usted entonces de este momento, de esta conversación bajo la bóveda de los árboles?¿No puede haber sucedido antes? Y el tiempo que se extiende infinitamente hacía atrás, ¿acaso no puede también extenderse infinitamente hacía adelante? ¿No podemos nosotros, en este momento, en todos los momentos, Retornar Eternamente?
"El día que Nietzche lloró"
Irvin D. Yalom
Pag. 361 - 364

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