miércoles, 1 de septiembre de 2010

381 personas enfermas por el arsénico... Y contando!!!

La nota que leerán a continuación la escribí en mayo del 2008. Luego de investigar y entrevistar a los involucrados en esta causa, decidí titular la nota y dar mayor importancia al numero de damnificados. Osea a la cantidad de personas (que hasta ese momento) estaban comprobadas de que superaban los niveles de arsénico en sangre.

En el día de ayer, canal 13 volvió hacer un informe sobre el tema.



No es para alertar a nadie, pero tengo el presentimiento de que este numero ya se duplico.

Carlos Casares

381 personas enfermas por beber agua con arsénico

La mayoría sufre enfermedades en la piel, trastornos digestivos y cáncer. Los altos niveles de arsénico en agua datan de más de 12 años. El vanadio un nuevo elemento químico en el agua. Una mayor inversión en la planta de abatimiento solucionaría el problema.

Carlos Casares es una ciudad ubicada al noroeste de la provincia de Buenos Aires, mas precisamente al km 312 de la ruta nacional Nº 5. Desde el año 2003 es de conocimiento público que el agua que consumen sus habitantes esta infectada de arsénico. Desde ese año, muchas han sido las voces y los personajes que se comprometieron a ponerle fin a esta situación.

La cifra es alármate. En el año 2006 los principales medios de nuestro país informaban que 142 personas estaban enfermas por arsénico. Hoy, esa cifra lejos de reducirse se ha incrementado hasta un 170% más, llegando a poner en riesgo la vida de 381 personas, que lo único que hicieron para enfermarse es tomar agua de la canilla.

Hay tres tipos distintos de análisis que la gente puede realizarse para saber los índices de arsénico en su cuerpo: de orina, de sangre o de pelo y uña. De todos ellos, el mas importante y el que mas precisión aporta, es el de orina. Al mismo, se sometieron 552 personas, de los cuales 381 resultados fueron negativos, es decir un 69%.

Según la universidad Nacional de Rosario, el valor de referencia para los análisis es hasta 30 miligramos por 24 hs (mg/ 24 hs). “El análisis de orina de 24 hs, indica que un organismo va eliminando el arsénico. Si el resultado da que tu sistema despidió 30 mg/l, quiere decir que la persona esta bien, si se pasa de ese valor, podemos empezar hablar de que la persona tenga o este gestando algún tipo de enfermedad”, explicó Pedro Mayola, presidente del colegio de farmacéuticos de Carlos Casares.

Cáncer de piel, de vejiga, de riñón y de pulmón; enfermedades de los vasos sanguíneos de las piernas y pies, trastornos reproductivos y menoscabo del desarrollo intelectual de los chicos, son algunas de las patologías que pueden aparecer (a largo plazo) por la ingestión del agua contaminada. La misma, por medio de los capilares sanguíneos, se traslada a través de la sangre hasta llegar a la piel y causar el daño.

Según el Director de Salud del hospital de Carlos Casares, Fabián Suárez “No se puede afirmar que el arsénico sea la causa del cáncer de determinados pacientes, pero sí hay en la región muchísimas personas que tienen cáncer. Una de las causas posibles podría ser el arsénico”.

Variaciones en los niveles de arsénico en el agua de red

En el año 2005 se creó, por ordenanza municipal, la comisión fiscalizadora de la calidad del agua, y de ese modo se logran financiar los innumerables análisis que se realizan mensualmente al agua de red, en los laboratorios de la Comisión Nacional de Energía Atómica y en la Universidad Nacional de Rosario.

“Nosotros vamos a la casa de cualquier vecino, tomamos una muestra de agua de la red, la mandamos a analizar y después publicamos los resultados en los medios locales para informar a la sociedad de cómo están los niveles de arsénico. Esta tarea se viene haciendo desde que empezó a funcionar la planta de abatimiento de arsénico y hasta el día de hoy”, explicó Silvia Susena, integrante de la comisión.

Este es un problema de vieja data; se puede decir que tiene los mismos años que la red de agua domiciliaria. El primer análisis que se hizo en el agua que consumen los casarenses, fue realizado en el año 1996 y estuvo a cargo de la empresa que tenía la concesión en ese periodo: Obras Sanitarias de Buenos Aires. El informe afirmaba que los niveles de arsénico en agua superaban los 0,150 mg/l y que estos valores venían siendo consumidos desde hace ya 15 años aproximadamente.

El último registro que alarmo a la sociedad fue el del pasado mes, que arrojo como resultado 0,88 mg/l. cuando lo permitido establecido por el Código Alimentario Argentino es de 0.50 mg/l. Los niveles más bajos se registraron entre los meses de noviembre del 2006 y marzo del 2007., obteniendo como resultados 0,10 mg/l, 0,16 mg/l, 0,18 mg/l, 0,29mg/l y 0,48 mg/l, respectivamente.

Pero en abril del 2007, el nivel de arsénico comenzó a subir nuevamente y en junio, la organización Mundial de la Salud (OMS) bajó el nivel permitido a 10 miligramos por litro. “Lo mismo paso en Argentina, y el código alimentario además de bajar a 10 miligramos, dieron un plazo de 5 años para que las empresas encargadas de distribuir el agua, dejen de lado los métodos que están utilizando y empiecen a invertir en nuevas tecnologías para bajar los niveles a estos nuevos parámetros”, concluyó Mayola.

Según las respuestas oficiales por parte de la empresa Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA) que tiene a cargo la concesión de la planta, los altibajos producidos en los niveles de arsénico tienen relación directa con los trabajos de limpieza que se efectúan habitualmente en los filtros encargados de tratar el agua.

Falta de inversión y compromiso

El 22 de septiembre del 2006, las autoridades de la empresa ABSA anunciaban y ponían en funcionamiento una planta de abatimiento de arsénico en Carlos Casares, con el fin de reducir el nivel de arsénico en el agua hasta los 0.10 mg/l permitidos por el Código Alimentario Argentino. Esas mismas autoridades son las que hoy no quieren dar respuesta a la pregunta: ¿Por qué los niveles de Arsénico en agua siguen siendo altos?

Los vecinos de las ciudades de Pehuajo, Carlos casares y 9 de Julio, están cansados y sobretodo, preocupados por la situación. Es por eso que pidieron a sus dirigentes que tomaran cartas en el asunto y reclamaron la terminación de la planta. En un encuentro que se realizó el pasado 23 de mayo, entre autoridades de la empresa, intendentes, concejales, funcionarios y usuarios se mencionó la posibilidad de la presentación de un proyecto para llevar adelante un plan de obras. Desde ABSA prometieron seguir adelante con la obra de la planta de abatimiento de arsénico en Carlos Casares.

Una posible solución al problema sería que ABSA invirtiera dinero en la planta de abatimiento. Las obras a realizar incluirían la importación y el montaje de cinco módulos filtrantes; la construcción y el montaje de un sedimentador y la realización de las obras necesarias para optimizar el funcionamiento de las cuatro celdas actualmente en producción.

Asimismo, ABSA trabaja con un elemento que se llama bicloruro de aluminio. Eso produciría un barro de arsénico que sería retirado por ABSA para ser dispuesto de forma segura como los residuos patológicos. Sin embargo, vecinos de Casares aseguran que “residuos de barros de arsénico y aluminio son volcados a los canales fluviales que desembocan en las lagunas de La Dorita, de la cual se extrae agua para el mayor tambo del noroeste bonaerense”.

Sobre llovido mojado

Al igual que el arsénico, el vanadio es un elemento químico. En Carlos Casares, se han encontrado pequeñas muestras en las napas cercanas a los acuíferos, donde se extrae el agua para el consumo.

Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, el vanadio es un elemento natural en la tierra que tiene un color entre blanco y gris metálico. En el medio ambiente yace generalmente combinado con otros elementos como oxígeno y agua. Por tal motivo, todo el mundo se encuentra expuesto a bajos niveles de vanadio.

Esta sustancia no se disuelve bien en agua, pero sí, puede ser transportada por la misma. Cabe señalar también, que la acción de los vientos y la lluvia puede causar que ciertas cantidades de vanadio circulen fuera de los vertederos de basura haciendo que se desplace hacia suelos, cultivos agrícolas y abastecimientos de agua cercanos.

Si bien, no se han realizado investigaciones sobre los posibles efectos que trae aparejado este elemento, se sabe que es genotóxico y puede causar enfermedades a largo plazo si se consume en grandes cantidades.

Por Nicolás Tortolini

No hay comentarios:

Publicar un comentario