sábado, 5 de junio de 2010

Ya no quiero criticar, sólo ser un enfermero...

Lo importante acá es la salud del paciente!!! ¿Va abonar con efectivo o tarjeta de crédito?

He terminado de sacarme algunas dudas que me quedaban respecto de un sistema tan perfecto como macabro, que está perfectamente cubierto por la salud de los clientes (perdón, pacientes). Si usted alguna vez tuvo la mala suerte de romperse algún hueso de su cuerpo y tener que ser intervenido quirúrgicamente, quizás sepa de qué le estoy hablando. Analicemos desde el sentido humano, desde el sentido común si se quiere.

Sale a pasear en bicicleta, se cruza un perro, cae al piso, diagnostico: Tibia + peroné: Quirófano. Lo primero que uno piensa es “che, que mala pata”, lo segundo y casi de manera espontanea es en la rápida atención del accidentado y su pronto traslado al hospital más cercano. En este caso puede haber dos caminos: entrar en el sistema de la salud pública o el de la salud privada.

Es así, que una serie de condicionamientos, sumado a que el golpe es tan fuerte, no hay tiempo de elegir y terminamos en un hospital público; conociendo las ventajas y las desventajas que ofrece este sistema bajo los condicionamientos políticos-económicos de la actualidad. Nadie puede dudar de la calidad de profesionales que brindan Universidades como la UBA o la UNLP, pero sí, de las condiciones en que se encuentran sus puestos de trabajos. De esta manera nos vemos obligado a girar la rueda de la fortuna y ver donde quedará internada nuestra suerte.

El otro camino, es el que te ofrece la comodidad del sistema privado. Si tiene la posibilidad de mantener todos los meses una obra social, a una módica suma de “uuuhh nos rompieron el orto” + IVA y la suerte de que el golpe no sea tan fuerte, usted podrá optar por una clínica que sea de su agrado. Ojo, nada garantiza que los resultados sean mejores, pero podrá pasar una cómoda estadía en una habitación individual, con televisión, calefacción central y un exquisito menú para la cena. Insisto, en medicina 2 + 2 nunca da 4. Cada lesión tiene sus tiempos, reacciona de diferentes maneras y lo más importante de todo: el organismo no conoce de sistemas ni obras sociales.

15 años de experiencia en esta materia y otros 7 en comunicación y relaciones sociales, son lo suficientemente necesarios para saber, distinguir y darme cuenta de cuando un profesional actúa como tal. En este sentido, he notado que algunos médicos son “excelentes” profesionales dentro de un quirófano y/o consultorio, pero sufren graves fallas a la hora de relacionarse con los pacientes. Dato no menor, teniendo en cuenta que se está hablando de seres vivos, que piensan y sienten (sobre todo los dolores).

Una falencia clara y que a mi entender es clave: es la falla (o falta) en la comunicación cuando se quiere poner en evidencia la intervención o procedimiento que se va a seguir para mejorar la lesión. Es fundamental que el paciente cuente con la mayor cantidad de datos posibles, para poder prepararse física y psíquicamente. ¿Qué tengo?, ¿es grave?, ¿Cuánto dura la operación?, ¿Qué me van hacer?, ¿Qué resultados se esperan? Y la pregunta fundamental: ¿En el peor de los casos que puede pasar? Seguramente el médico no tenga todas las respuestas, pero por su preparación profesional y sobretodo su experiencia, puede brindar datos que se acerquen a la realidad o estén dentro de los parámetros normales registrados para cada ocasión.

Alguien podrá decirme que los médicos estudiaron y se prepararon para salvar vidas, acomodar huesos rotos y mejorar el bienestar físico, y no para aprender a comunicar y relacionarse con los 20 pacientes que ven por día. Estoy de acuerdo, no estoy pidiendo que sean como Patch Adams e ingresen a la habitación con una chata en la cabeza a decirme: “mire, se quebró la gamba y ahora el doctor plim plim lo va a curar”, pero ponele un poco de onda, respóndeme una pregunta y no me digas “está todo bien, mañana paso”, apagues la luz y me dejes conectado a un suero con la pata colgando. Si estas apurado o te hincha los huevos que pregunte, avísame…Pero la gamba es mía.

Otro punto interesante y que tiene relación directa con lo aludido en el primer párrafo, es el tema de la toma de decisiones con respecto a los materiales que serán necesarios para acomodar los huesos fracturados. Aquí es donde (normalmente) el paciente no tiene ni idea del tema y deja todo a criterio del profesional de turno. ¿Qué diferencia hay entre uno clavo importado y uno nacional, cuantos harán faltas, de que tamaño? Son preguntas que solo podrá responder el médico de acuerdo al diagnostico y el plan de acción que tiene en mente y que el paciente, más allá de todo asesoramiento que le brinde la obra social, deberá adoptar, ya que para eso lo eligió y confió en él.

Eso sí, "siempre quisimos lo mejor para la salud de nuestros pacientes. Son lo mejor que tenemos y ante todo la salud. Un cheque a 30 días estaría bien". De la nada, un llamado telefónico de Osde alerta que la autorización que pide el médico es de un producto importado por lo cual la obra solo se hará cargo del 50% y el resto lo tendrá que abonar de su bolsillo. ¿Estás sentado?”, pregunto Josefina, estudiante de periodismo y secretaría que me había quedado en averiguar por la tarde, lo que normalmente el médico me tendría que haber comunicado por la mañana.

“Pero en realidad está todo bien, ya encargue todo. Mañana operamos y listo. Todo bien, como anda el perro?”, dice el médico gambeteando mejor que Messi las preguntas que se me vienen a la mente. Y tras que éramos pocos cae la representante del proveedor del material y con su mejor cara de billete de 3 pesos se larga a decir:

- ¿Cómo estas? Que bueno es este médico, de la puta madre. Y el otro como se llama? Rodríguez no?
- Zagastizabal.
-A claro, Juan Carlos!!!
-No, el doctor se llama Herminio.
- Que bueno que haya salido todo bien, vas a ver que en 10 días queda como nueva con este producto que lo hicieron los chinos con materiales franceses y embalaje alemán.
- ¿Hay mucha diferencia con el nacional?
- Ese de la tele es Ricardo Fort, que grande ese tipo. Perdón, ¿me preguntabas algo?
- Las diferencias…
- Ya empieza el mundial que bueno. ¿Efectivo o tarjeta?

Otra vez la no comunicación y la falta de información aparecen como protagonistas dejando a los actores principales en el aire. Cuando antes hablaba de tener datos para prepararse ante lo que va a venir, a esto también hacía referencia. Y en el párrafo cuando mencionaba que en lo privado se está mejor pero nada garantizaba el éxito, algo de eso también hay.

Al fin y al cabo, no importa en donde frena la rueda de la fortuna ni en qué sistema quedemos inmersos…

Mi suerte está internada en terapia intensiva hace rato…

El chino...

Aclaración: los hechos y personajes narrados no hacen alusión a nadie en especial y a todos en particular...

1 comentario:

  1. Increible la leche que tenés!!
    Creo que ni vale la pena palabras de aliento... o algo por el estilo. Tu suerte es un fenómeno paranormal!

    Abrazos,


    ·SO·

    pd: éxitos para mañana! quebrate una pata!! (como dicen en el teatro!!)

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